Ik Lumal abre sus puertas al mercado - 2025

La historia de Ik Lumal comienza en casa, con Catalina, madre de Jeronimo. Desde siempre, Catalina ha tenido una relación especial con el café. Cada mañana, el ritual era el mismo: una taza humeante entre sus manos y ese momento de pausa en el que el mundo parecía detenerse. Para ella, un café debía saber rico, despertar los sentidos y dejar una huella en el paladar. No era solo costumbre, era un placer auténtico, una forma de conectar con la vida.

Jeronimo creció entre esos aromas y esas charlas que giraban en torno a una taza bien preparada. Observaba la fascinación de su madre por encontrar siempre un café que realmente valiera la pena, uno que ofreciera sabor, textura y carácter. Con el tiempo, esa curiosidad lo llevó a preguntarse qué había detrás de cada grano, quién lo cultivaba, cómo se tostaba y cómo se transformaba en esa bebida capaz de reunir a las personas.

El café, comprendió, es mucho más que energía: es un puente que conecta historias, que inspira conversaciones profundas y que acompaña decisiones importantes en la vida de millones de personas. Desde la mesa familiar hasta reuniones donde se trazan futuros, el café siempre está presente.

Así nace Ik Lumal, inspirado en el legado de Catalina y en la pasión de Jeronimo por honrar tanto la tierra de Chiapas como el valor humano que existe detrás de cada taza. Una marca que busca rescatar ese gusto sincero por un café que sepa bien, que se disfrute y que, sobre todo, reúna a las personas.

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